Carlos March y la foto de la discordia. 
 
 
Nada podría impedir, sin embargo, la presentación en 
sociedad, el 30 de enero del 97, del Canal Satélite 
Digital, participada por Sogecable (85 por 100) y Antena 
3 (15 por 100), que a partir de ese día empezó a emitir 
veinticinco canales de televisión vía satélite desde 
Luxemburgo. 
El evento se convirtió en una magnífica demostración del 
poder de Jesús Polanco, que, en un acto multitudinario, 
rodeado de la crème del mundo del dinero, levantó su 
dedo admonitorio de predicador para advertir al 
Gobierno Aznar: «No toleraremos, aunque nos cueste 
carísimo, un abuso de poder a nuestra costa.» Hablando en el plural 
mayestático de las grandes dignidades, el cántabro estaba escribiendo un 
nuevo capítulo del libro Santillana sobre el Apocalipsis que nos espera si no 
nos convertimos a la única fe verdadera. La suya. (...) 
En torno al gran capo se hallaban sus ricos socios, empezando por Carlos 
March y terminando con Jaime Botín, que, con Emilio Ybarra, componen la 
«tríada feliz» del capitalismo español, tres florones, tres apellidos rendidos a 
los pies del dueño de Prisa. (...) 
Al día siguiente, El País publica en su portada una foto del acto que valía 
más que mil palabras. Era la foto del éxito, de izquierda a derecha Juan Luis 
Cebrián, Pierre Lescure (Canal Plus Francia), las manos entrelazadas en 
torno a Polanco, el centro, y luego Antonio Asensio, encantado de hacerse 
conocido, y Carlos March, el último de la derecha, la riqueza por 
antonomasia de España. El nieto de Juan March Ordinas, el «pirata del 
Mediterráneo», parecía no encontrarse a gusto, como si le diera reparo salir 
en tan obscena demostración de pleitesía, y no quería, pugnaba por irse, no 
deseba salir en la foto, pero Asensio lo tenía bien trincado y no le dejaba 
escapar, a mojarse tocan... 
 
Jesús Cacho Cortés, 1999 
Licenciado en Historia, Periodista y Escritor.