Navigation bar
  Home Print document View PDF document Start Previous page
 12 of 24 
Next page End 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17  

Don Juan March no era supersticioso
Don Juan March terminó su palacio de Palma
coincidiendo con el final de la segunda guerra mundial,
en estas mismas fechas había regularizado su situación
con Franco, fijando su domicilio entre sus palacios de
Palma y Madrid.
Un buen día a primera hora de la mañana don Juan
March bajo desde sus habitaciones del palacio de Palma
al garaje donde le estaba esperando su chofer al volante
de su cadillac para acompañarlo al aeropuerto con el fin
de tomar un avión de Iberia con destino Madrid.
Ya en el garaje le da los buenos días el guarda de seguridad y le advierte:
“yo de usted no cogería el avión don Juan,  porque he soñado que se caía”.
Don Juan March que era poco dado a las supersticiones le replica:
“bag, bobadas”.
Entonces don Juan le indica a su chofer que se dirija al aeropuerto, pero... 
ya con el coche en marcha estaba pensativo... algo no encajaba... y a la
altura del Ayuntamiento le ordena a su chofer: “regresa al palacio”.
Al entrar con el vehículo en el garaje, don Juan baja el cristal de la ventanilla
y le dice al guarda de seguridad:
“Estás despedido, ve a la Banca March para que te paguen tu liquidación”.
El guarda de seguridad sorprendido le replica: “pero don Juan...”
Y don Juan March que estaba pendiente de todos los detalles sentencia:
“no necesito un guarda de seguridad que se duerma por la noche, ¡si has
soñado que el avión se caía es que te has quedado dormido!. 
Acto seguido le ordenó a su chofer que reemprendiese el viaje hacia el
aeropuerto para tomar el avión.
Antoni Llabrés Moyá, 1955 aprox.
Experto en bibliografía.
Previous page Top Next page