Su plato favorito era la paella.
El mío también. Don Juan March viajaba con frecuencia, y
siempre llevaba consigo a algunos de sus colaboradores, una
especia de mini corte que lo acompañaba a sus residencias de
Palma, Madrid, Roma, Estoril, París, Suiza, Biarritz, etc.,
entre los cuales se encontraba su cocinero especializado en este
plato que tanto gustaba a don Juan March, pero que debido a
su delicada salud no podía comer con la asiduidad que hubiera
querido.
Miguel Monjo Estelrich, sobrino de don Juan March.