36
FIGUEROA.- Pero eso... eso es...
MERCÁN.- Eso es... tres sueldos y algunos extras. Piénselo. Un diario
que no le publica sus artículos, no merece su respeto.
(El periodista se levanta indignado.)
FIGUEROA.- ¡Lo publicarán! ¡Buenos días!
(Inicia la salida.)
MERCÁN.- ¡Señor Figueroa!
FIGUEROA.- ¿Sí?
MERCÁN.- ¿Comprende ahora por qué me llaman el dragón del
Mediterráneo? No es por la brasa de mis cigarros. Buenos días.
(El periodista sale tan erguido como puede, sin ocultar su confusión.)
MERCÁN.- Estoy harto de defenderme. Creo que ha llegado el
momento de comprar un periódico de izquierdas y poner en la
dirección a un republicano con dificultades económicas.
VILLANUEVA.- El señor Figueroa se volverá más humilde cuando
nazca su segundo hijo.
MERCÁN.- Para eso faltan algunos meses. Llame al señor Martínez
Ruiz.
VILLANUEVA.- ¿Azorín?
MERCÁN.- Sí, Azorín. Quiero comer con él. Necesito que alguien
escriba varios artículos sobre mí. Hace tiempo que nadie me elogia.
(Oscuro.)