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(Fuman. Se oyen aplausos. Primo de Rivera, al fondo y de espaldas al
público, se dirige a los supuestos espectadores del mitin fundacional
de la Falange, en un teatro de la calle Príncipe, de Madrid. Las
candilejas perfilan su sombra. En primer plano MERCÁN, comenta
con QUINTANAR lo que el líder falangista debería decir, para
comprobar que de inmediato, lo dice. Hay algo de sombría
identificación en la escena.)
MERCÁN.- El chico debería de empezar dejando bien claro su
antirrepublicanismo.
JOSÉ ANTONIO.- En las Cortes nos clavaremos como resueltos
centinelas para que no dé un paso más, ni un solo paso más, la
revolución republicana del 14 de abril de 1931.
(Hay aplausos que se vuelven lejanos cuando habla MERCÁN.)
MERCÁN.- Supongo que citará los separatismos...
JOSÉ ANTONIO.- España comienza a disgregarse porque la
debilidad del gobierno republicano ha permitido muchos Estatutos
regionales que llevan la enfermedad del separatismo.
MERCÁN.- Perfecto. Después debería recordar que la República nos
está llevando al caos.
JOSÉ ANTONIO.- El Gobierno de Azaña nos ha dejado una España
empobrecida, con una economía desquiciada y con la agricultura en
ruinas por esa Ley de reforma agraria, que sólo sirve para empobrecer
a muchos.
MERCÁN.- Y una vez citado el caos, él puede prometer el orden que,
como diputado de derechas, es el más adecuado para conseguido.
JOSÉ ANTONIO.- Hay que acabar con la sangrienta violencia
marxista que permite el gobierno republicano.
MERCÁN.- Bien.