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El desagrado de Juan March por aquél enlace nupcial se convirtió en cólera
cuando le contaron que el padre de la futura esposa de su hijo primogénito, iba
alardeando por Palma que su hija se convertiría en la dueña de la Banca March.
Sin embargo llama la atención que a pesar de todo, March ordenó que le dieran
un trabajo de administrativo en sus oficinas de su compañía de abonos “La
Fertilizadora”, la cual por cierto sufrió un incendio a los pocos días de
consumarse el enlace March-Delgado.
Antigua sede principal de la Banca March 
El joven heredero no podía conseguir que su padre diera su autorización a
aquel enlace, y para convencerlo buscó el apoyo de su madre, la cual, sabiendo
por experiencia propia lo desgraciado que podía llegar a ser un matrimonio de
conveniencias y viendo a su hijo tan enamorado, convenció al magnate para
que aceptara aquella unión.
Leonor Servera Melis en 1910 
La boda se celebró el lejano sábado del día 17 de noviembre de 1934 en la capilla privada del Obispo
de Mallorca, José Miralles Sbert, una distinción a la que solamente unos pocos elegidos pueden
aspirar. La novia estaba exuberante, los padres de la novia rebosaban de felicitad, la madre del novio
también estaba feliz, pero don Juan March no podía disimular su decepción, la
cual quedó inmortalizada para siempre en el reportaje fotográfico de aquel
evento. Acudieron al enlace además de los familiares más próximos de ambas
familias, todo el alto estado mayor del entramado financiero y empresarial de
la primera potencia española. Después de la boda los recién casados pasaron
unos días en Sa Vall antes de emprender un fascinante viaje de bodas por
Oriente. Por cierto, y a modo de anécdota, dice un refrán mallorquín: el
zapatero es el que lleva los zapatos más viejos, pues bien, el Obispo Miralles,
poco acostumbrado al papeleo propio de sus subordinados, se olvido de
inscribir este enlace en el preceptivo registro eclesiástico. En consecuencia y 
sobre el papel, esta boda jamás se celebró. 
Los recién casados posando en el Palacio Episcopal 
Pasados escasamente dos años del enlace se produciría el fallido Golpe de
Estado que derivaría en la Guerra Civil, este episodio fue uno de los más tristes
de nuestra historia reciente, pero para la recién casada fue su gran oportunidad
para ganarse el aprecio de su receloso suegro. Durante la mayor parte de la
guerra civil, Carmen Delgado convivió con su suegro en Roma, mientras que
su suegra y su  marido velaban por las propiedades de March en Mallorca.
Francisco Franco
Después llegó la Segunda Guerra Mundial y con ella el afianzamiento de
Carmen Delgado. La nuera de Juan March por excelencia, acompaño a su
suegro en esta ocasión en Estoril, entablando allí una buena amistad con la
familia Real (los invitados ilustres de Juan March en Portugal). Durante este
conflicto bélico, su suegra vivió primero en Mallorca y más tarde en Madrid.
Don Juan Carlos de Borbón
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